Apunt d'en Broc: blogstreptees
Diaris d'adolescents amb granets, tribunes d'oradors en atur, cuines d'escriptors , converses de safareig, memòries descongelades, cabarets, mitings, panflets, pintades, drapets al sol... són algunes de les utilitats dels blogs. Exhibició de la intimitat perquè deixi de ser-ho. ¿Una contradicció? Aquesta és l'opinió de Quim Monzó en el seu article: Intimidad y exhibicionismo. Quan m'he l'ha passat la mas, he pensat: "Broc, això no va per tu, que ja vas despullat". Ara la tinc repassant el grau de la seva exhibició. Serà ruca!
Broc al natural
Intimidad y exhibicionismo
Quin Monzó
Durante siglos, los adolescentes- tanto masculinos como femeninos, pero sobretodo femeninos- han buscado a menudo en el diario personal una salida al desajuste con el mundo que provoca el incremento de producción hormonal. En cuadernos de tapas forradas de piel, o simplemente de cartón. Algunos, con portadas en las que se leía "mi diario" o "querido diario"; con o sin orla de flores, a elegir. Los diarios personales eran algo que la gente escribía para sí. Uno explicaba sus neuras, los conflictos con los padres, si les gustaba tal chico o tal chica y, una vez escrito, se quedaba más tranquilo. El diario era el amigo que siempre está dispuesto a escuchar nuestros secretos. Por eso muchos llevan un pequeño candado, que evitaba que los familiares leyesen lo que no debían. Con el paso del tiempo, muchos acababan por cogerle gusto al asunto y descubrían una insospechada vocación literaria.
Ahora, todo esto ha cambiado. Es cierto que aún hay adolescentes - y no tan adolescentes- que escriben diarios personales, en libretas y para ellos mismos. Pero la aparición de internet ha modificado el panorama. Ahora lo que se lleva son esos diarios o dietarios on-line llamados blogs, weblogs, blocs e incluso bitácoras. Son unas páginas en la que el autor escribe sus impresiones del mundo, comenta una notícia que le he interesado... Los hay que se especializan. En deportes, en cine, en política. Pero la mayoria son confidencias, pubescentes. Y ahí su novedad: si la cualidad básica de los diarios personales era su discreción, que eran secretos, ¿ cómo es que ahora esos otros diarios personales se exhiben para que los vea todo el mundo e incluso deje sus comentarios?
Hay ahora un blog que parodia lo insustancial de la mayoria de sus congéneres. Quienes sea lectores habituales de blogs y decidan visitarlo comprendrerán hasta que punto es inteligente y cruel. Se llama "El blog más aburrido del mundo" y es un ejemplo de elegancia e ironia. Hace unos días, el autor escribió: "Estaba en casa y he decidido salir un rato. He cogido las llaves, he abierto la puerta de delante y he salido fuera. Me he girado y he cerrado la puerta tras de mi". Eso, el día 2. El día 8, en cambio, escribió: "Frente a mi tenía diversos trozos de papel. He mirado uno durante unos instantes y entonces lo he puesto a su lado. Tras lo cual he cogido otro trozo y lo he mirado un rato". El día 19 las cosas fueron diferentes: "Estaba sentado en una silla, en la sala de estar. La pluma estaba sobre la mesa. He alargado la mano y he cogido la pluma". Así cada día. El número de comentarios que cada entrada recibe de los visitantes - que en la mayoría de los blogs normales está a cero, y que en general no supera la decena- lelga aquí muchos días a 200 y 300. No me estraña, yo también me he convertido en un adicto. "El blog más aburrido del mundo" es no solo una burla al exhibicionismo intimista de muchos blogs sino también de todos esos dietarios que tantos escritores pomposos escriben como si su vida cotidiana y sus aforismo sobre el huevo duro tuviesen el mínimo interés para alguien que no sean ellos mismos.
La Vanguardia/ Magazine/ 25-1-04
Els ossos es degasten, es fracturen o es trenquen i, passat el dolor, només l'esquelet en conserva l'empremta. El matalàs de la carn i el llençol de la pell s'encarreguen de la resta: de fer invisibles els accidents i imperfeccions de la nostra geologia. No podem traspassar-nos amb la mirada, i quan ens mirem defugim les arrugues i només ens veiem el melic.